EL LOBO QUE CONTABA ESTRELLAS

A pesar de los demás, y de lo que diga la manada, dos lobos quieren encontrar su estrella; la llamada de lo que está más allá. ¿La vida es sólo lo que ven nuestros ojos? ¿Merece la pena apostar por lo aparentemente imposible? A estas cuestiones se enfrentan Viento y Bruma, dos lobos y dos grandes amigos que comparten un mismo tesoro: contar estrellas. Los demás consideran que estos lobos son un poco rarillos. Pero es que nadie ha sido capaz de mirar al cielo como ellos dos. El lector siente despertar en su interior la llamada de lo que está más allá, y que a la vez, se siente como algo absolutamente cercano. Un Algo o un Alguien, al que como los lobos de esta historia, es preciso dar nombre. La amistad por encima de todo, incluso de lo que diga el resto de la manada, une a Viento y Bruma. Una amistad tan profunda como la inmensidad de la noche estrellada.